domingo, 6 de diciembre de 2009

RECUERDO LA INOCENCIA

Se puede envejecer, madurar y crear tu propia familia, se puede acabar los estudios, pasar del primer amor al amor de tu pareja para toda la vida, se puede conseguir un trabajo fijo, una casa y tener niños, se puede llegar a la realización personal. Yo sé que todo esto es posible, pero siempre tuve miedo a olvidar el pasado. No miedo a estancarme en él, ni miedo a revivirlo, sino miedo a olvidar mi infancia, mi crecimiento, el camino que utilicé para ser quien soy. Tengo la suerte de recordar mi inocencia, recuerdo perfectamente la envidia sana que sentía mi mejor amiga de una época escolar, que me decía que cómo era posible sonreir en todo momento. Recuerdo con simpatía los primeros sentimientos de ridículo, por no entender una situación o no tener a experiencia para salir airoso de una situación comprometida. También permanece en mi mente esas pequeñas encrucijadas sobre si intentar gustarle a esta chica o a aquella, sobre si debo dejarme el pelo corto o largo, si me quedan mejor las gafas o voy con lentillas, si este perfume huele mejor o queda mejor en esta salida o en aquella... Son recuerdos de mi inocencia, pues de mi infancia tengo muchos más, y digo recuerdos porque por desgracia y sin remedio, la inocencia se pierde. Ya no creo en las buenas intenciones de todo el mundo, los buenos son menos que los malos y no conducen grandes coches. No creo en ayudar a esa chica que está llorando y sentada sola, porque seguramente ella también ha perdido la inocencia, y no aceptará la ayuda de un desconocido. Ya no creo en Dios, y esta afirmación es bastante vaga, porque realmente sí creo en Él, pero mi Dios está mejor construido que del que me hablan los libros sagrados, es más real, más actual, y muchísimo menos cruel y dictador, digan lo que digan los fanáticos de ésta o aquella religión. Al menos conservo mi memoria, y es un bien muy preciado, porque los pueblos sin memoria pierden su identidad, las personas sin memoria no respetan las normas y destrozan sus coches y sus familias contra las cunetas.

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